Límites

¿Hasta dónde llegaremos cegados por este estilo de vida?

Me parece perfecto que utilicemos las nuevas tecnologías. Nos solucionan la vida. Nos salvan de apuros. Nos acercan cuando estamos lejos. Pero también nos alejan cuando estamos cerca. He visto y veo a personas que gracias a un ordenador pueden verse con sus familiares que viven al otro lado del mundo. Pero también he visto y veo a personas que, estando en el mismo bar, hablaban por mensajes en sus móviles. Cada vez más y más teléfonos inteligentes son comprados por usuarios en nuestro país y en otros tantos. Estos aparatos, en mi opinión, fantásticos, tienen todo lo que podemos desear. Es más, tenemos todo o casi todo lo que deseamos a nuestro alcance. Y eso hace que lo infravaloremos.

 ¿Quién no se ha encontrado alguna vez en esta situación? Me pregunto cómo hemos llegado a esto. Pues bien, quería destacar hablando acerca de este tema que las tecnologías han contribuido a que el lenguaje se deteriore en cierto modo. Cuando todos comenzamos a utilizar los móviles e Internet, y dentro de éste último las redes sociales sobre todo, empezamos a escribir como hablábamos sin preocuparnos de la correcta ortografía. En el caso de los SMS es entendible que escribamos, por ejemplo, “pk” o “pq” en lugar de “porque”, “por qué”, “x” en vez de “por”… para ahorrar letras, puesto que los operadores cobran el SMS más caro cuanto más extenso es. Pero no ocurre lo mismo en las redes sociales, por lo que, ¿cuál es el motivo de abreviar las palabras?

“M parec k sta tard n tnemos clase d francs.”

“T parec si vamos sta noxe a casa d tu amigo?”

Cierto es que cada vez menos personas escriben indebidamente, ya que en realidad no cuesta nada escribir correctamente, y así, al escribir en otros ámbitos, como puede ser en trabajos para la facultad, textos formales, etc. si tenemos alguna falta gramatical u ortográfica será debido a que no sabemos escribirlo correctamente o a que se nos ha colado, y no a que lo hemos podido confundir con cómo lo escribimos en redes sociales o mensajes de texto.

Con todo esto quiero subrayar que la tecnología es maravillosa, pero siempre haciendo un uso razonado de ella. No dejemos que las relaciones personales pierdan importancia, ni tampoco algo tan importante en ellas como lo es el lenguaje.